Biewer yorkshire terrier

El biewer terrier es un perro de origen alemán perteneciente al grupo de los yorkshire. Apareció en el año 1984 cuando Werner y Gertrude Biewer los comenzaron a seleccionar a partir de algunos yorkshire que portaban el gen recesivo de la coloración blanca del pelo. El cachorro resultante fue llamado “Schneefloeckchen von Friedheck”, que, traducido del alemán, significa “copo de nieve”. Era hijo de los campeones del mundo junior de FCI de Dortmund en 1981.

Durante cinco años los Biewer establecieron un proceso de selección genética que llevó al registro en el año 1989 como Biewer yorkshire terrier a la Pom Pon en la ACH (Allgemeiner Club der Hundefreunde Deutschland), donde marcaron el estándar de esta reciente raza. Con una clara diferencia en el color del pelo, el biewer terrier y el yorkshire terrier son similares morfológicamente, compartiendo también el mismo carácter enérgico y activo, su reducido tamaño y su personalidad sociable. A día de hoy el nombre de la raza es biewer terrier, sin añadir la palabra yorkshire.

El biewer terrier es un canino de pequeño tamaño, con unos huesos finos y ligeros, pero estructura compacta y equilibrada, aunque suelen ser algo más largos que altos. Estos perros tienen una altura de unos 22 cm y un peso de 3 kg. El cuerpo delgado, con pelo largo a ambos lados, patas rectas y musculosas y cola alta, curva y terminada en penacho, caracterizan al biewer terrier. La cabeza es redondeada, con ojos vivaces, medianos, redondos o almendrados y marrones oscuros, verdes o de color oro. La trufa es negra y las orejas son pequeñas, en forma de uve y cubiertas de pelo.

Colores del biewer terrier

Los biewers terrier presentan tres colores: el negro, el oro y el blanco. Este patrón tricolor se separa en una fila en el centro de la espalda que lo hace caer de forma perpendicular a ambos lados. El pelo es largo, suave y sedoso. En la cabeza cae como una cola de caballo en la parte superior y se pueden recoger en un mechón o dejar sueltos, según los gustos del cuidador. Los tonos blancos se sitúan en pecho, patas y punta de la cola.

El pequeño perro biewer terrier se adapta muy bien a vivir en pisos de todos los tamaños, pero al ser perros tan activos necesitan de unos dueños con similar carácter y actividad. Requieren juegos, interacción, ejercicio y actividades frecuentes con sus cuidadores, lo que se puede conseguir con largos paseos diarios para que desahoguen su energía. Si no realizan ejercicio diario, pueden desarrollar problemas de comportamiento e hiperactividad en casa. Con una buena educación, son unos perros ideales como animales de compañía, llevándose bien también con niños y con personas mayores, derrochando cariño y simpatía.

Los biewer terrier son perros de raza pequeña que necesitan una serie de cuidados para mantenerse contentos, sanos, higienizados y con calidad de vida. Como hemos comentado, son muy activos y requieren ejercicio y movimiento a diario para ser felices. También son frioleros, por lo que debemos mantenerlos a buena temperatura todo el año. Si vivimos en zonas muy frías podemos ayudarles en invierno con abrigos para perros pequeños.

Es importante destacar que el largo pelaje del biewer terrier requiere de un cepillado prácticamente diario, a ser posible a contrapelo para retirar bien la suciedad que puede contenerse en su piel. El baño será necesario cuando se encuentren sucios o se necesite usar algún champú de tratamiento para alguna enfermedad dermatológica.

Los perros de pequeño tamaño como el biewer terrier son propensos a sufrir trastornos e infecciones oculares, por lo que mantener una buena limpieza de los ojos con productos destinados para ello es fundamental para su prevención. Asimismo, se debe observar una buena higiene de los oídos y de la boca para evitar infecciones y patologías como las otitis, la enfermedad periodontal, las caries, los abscesos o la gingivitis, entre otros.

La alimentación de estos perros debe ser completa y equilibrada, destinada a la especie canina y dividida en dos o tres tomas con la cantidad que necesitan diariamente, ni más ni menos. Hay que tener en cuenta su nivel de actividad, estado fisiológico, edad, temperatura ambiente y otras condiciones individuales de cada biewer terrier.

Son unos perros posesivos, exigentes, caprichosos e infantiles, algo desconfiados con los extraños y con otros animales, pero nada que no se controle con un buen adiestramiento. Esta educación debe comenzar lo antes posible para socializar al cachorro correctamente durante las primeras semanas de vida, acostumbrándolo a diferentes escenarios, situaciones, personas y animales. La educación se debe llevar a cabo mediante una forma de condicionamiento llamada refuerzo positivo, premiando las conductas deseadas, sin castigos ni traumas. Esto consigue un aprendizaje más rápido y eficaz en los biewer terrier.

La esperanza de vida del biewer terrier se sitúa entre los 12 y los 15 años, siendo clave la medicina preventiva y los cuidados adecuados para que estos perros lleguen a esta edad en buenas condiciones. A pesar de que no es una raza excesivamente propensa a las enfermedades, cabe mencionar algunas que parecen ser patologías más frecuentes en estos perros, como son:

• La atrofia progresiva de retina, que les puede acabar dejando ciegos.
• La epilepsia.
• Los problemas dentales.
• Los problemas oculares.
• La luxación de rótula y de rodilla, como raza pequeña que son.

Por este motivo, es importante que estos perros pasen revisiones de rutina en el centro veterinario para prevenir o controlar estas y otras enfermedades, en caso de que las hubiera. También son sensibles a las dietas, por lo que tenemos que encontrar un alimento bueno y de calidad que cubra las necesidades de nuestro biewer terrier sin que le haga ningún tipo de daño a su aparato digestivo.

Por último, la medicina preventiva con vacunación, desparasitación, esterilización y chequeos y controles rutinarios es muy importante para la prevención de enfermedades en los biewer terrier.