Gato Mandalay: El simpático neozelandés de ojos brillantes
El gato Mandalay se originó en Australia, resultado de un cruce espontáneo de gatos burmeses. Se trata de una raza de gatos afectuosa,, muy ágil y activa que siempre está alerta. Sus ojos de color ámbar intenso y su pelo brillante son sus mejores distintivos.
Los gatos Mandalay, de tamaño medio y pelo corto, son el producto de un cruce accidental entre un gato burmés y un gato doméstico común sucedido en Nueva Zelanda. Lo que terminó generando un felino muy atractivo, energético y activo. Si bien no es tan conocido como otras razas, lo cierto es que entre los amantes de los gatos tiene muchos seguidores.
En esencia el gato Mandalay tiene un gran parecido, tanto físico como en temperamento con su progenitor, el gato Burmés. Siendo la principal diferencia el color de su pelaje y el tono de los ojos. Puesto que los gatos mandalay presentan un color amarillo ámbar en sus ojos.
Tanto en Inglaterra como en Estado Unidos existen “equivalentes” a esta raza. En Inglaterra se tiene el Bombay y en Estados Unidos, está el Bombay inglés, este solo se conoce de una variante de color negro. En algunos programas de cría en Nueva Zelanda se ha recurrido a la importación de gatos Bombay para obtener gatos Mandalay.
Origen del gato Mandalay
Según la historia conocida el origen del gato Mandalay se remonta al año 1980 en Nueva Zelanda, al cruzarse de forma accidental un gato domestico negro llamado Tom con una hembra de gato Burmés.
Se obtuvieron los primeros unos gatos bastante prometedores. La cría de esta raza comenzó en dos lugares distintos de la isla, casi al mismo tiempo y de forma independiente. Al sur se encontraban Dorothy Horton y Pat Hogan (sus gatitos mandalays son de color rojizo), y al norte Jan Parsons (sus ejemplares son gatos negros de color intenso). Los primeros criadores en dedicarse a esta increíble raza.
También se ha desarrollado un programa Cinnamon Mandalay con la introducción del gen cinnamon de gato abisinio y del gato siamés.
El Mandalay se conocía anteriormente como gato Bombay australiano, pero fue “rebautizado” en junio de 2013.
Características del gato Mandalay
Según el estándar de la raza, las características del gato mandalay son bastante claras. Son de un tamaño mediano, con un peso de entre 3,5 y 6,5 kg. Sus ojos se encuentran ligeramente inclinados hacia el área de la nariz y como se mencionó previamente, son de un color amarillo ambarino.
El color de su pelaje es la mayor diferencia con respecto al gato Burmés, raza de la que desciende. Estos suelen tener algunos colores propios, pero generalmente son de colores negros o satinados y también pueden presentar patrones tortie, en todos los colores con manchas de color bien definidas distribuidas uniformemente por todo el cuerpo, incluidas las extremidades.
La diferencia entre un gato Mandalay y un Burmés está básicamente en el pelaje y el color de los ojos, son iguales en todo lo demás. Los gatos birmanos tienen un gen que cambia el color de su pelaje: el gen birmano (o “cbcb”), los gatos mandalays no tienen este gen (son “CC”). Un Seal Burmese es genéticamente negro, sin embargo, debido a la presencia del gen “cbcb” en lugar del gen “CC”, el color negro cambia al color Seal (marrón oscuro).
Estos gatos tienen la parte de sus cabezas ligeramente redondeadas, su mentón es fuerte y tienen una mandíbula ancha. Tienen una buena compostura física con una musculatura discente, con un pecho fuerte y redondo. Su cola se va estrechando ligeramente hasta que llega a su final, en donde se encuentra con una punta redondeada.
Carácter del Mandalay
Cómo lo tratamos en uno de los puntos anteriores, el temperamento del gato Mandalay lo ha heredado en gran parte del gato de Birmania del cual desciende. Es por ello que son gatos muy afectuosos que siempre muestran su cariño a las personas importantes para ellos.
Son bastante dóciles y tienen un maullido suave. Estas cualidades los hacen perfectos para ser gatos de compañía. Son inteligentes y muy amigables, se llevan bastante bien con las personas, con otros gatos y otros tipos de mascotas.
Disfrutan mucho de la compañía humana, pero no les gustan mucho los ambientes ruidosos.
Cuidados del gato Mandalay
Los cuidados que requiere el gato Mandalay se podría decir son bastante generales. No son muy exigentes ni muy costosos de mantener. Non te llevará tiempo su cuidado.
Al ser una raza de pelo corto, los gatos mandalay no sueltan mucho pelo, pero si requieren ser cepillados con regularidad para retirar los pelos sueltos. Al igual que las demás razas de gatos, requieren de tiempo de juego y actividad física, así como espacios adecuados y juguetes. Un árbol para gatos junto con algún juguete interactivo para gatos, bastará para drenar su energía.
En lo que respecta a su alimentación se debe ser cuidadoso con no alimentarlos de más para evitar que sufran de sobrepeso. Algo que, en ocasiones, puesto que al ser inteligentes puede tratar de engañarte o manipularte para tener un poco de alimento extra.
Esta raza es bastante curiosa, así que hay que tener cuidado en casa y asegurar los gabinetes o los lugares donde pudieran quedarse encerrados por accidente.
Salud del gato Mandalay
En general la salud del gato mandalay es muy buena, son muy activos y energéticos. Sin embargo, se tiene que tener presente que al ser descendientes de los gatos burmeses también pueden presentar algunos de los problemas de salud que estos padecen.
Según Icatcare, pueden ser susceptibles a la diabetes felina. La polimiopatía hipopotasémica hereditaria (debilidad muscular debida a niveles bajos de potasio en la sangre) se observa ocasionalmente en gatos jóvenes. Algunos burmeses han desarrollado una condición inusual llamada síndrome de dolor orofacial felino y en los EE. UU. ha habido un problema con una deformidad en la cabeza y el cerebro.
Algunas líneas de birmanos también tienen hábitos alimenticios inusuales y comerán prendas de lana y otros artículos no comestibles; esto se conoce como pica .
Para evitar todos estos problemas es importante que el felino tenga una vida activa y lleve una buena alimentación. Algunas de las enfermedades que presentan son de carácter genético, eso quiere decir que es difícil diagnosticarlas y prácticamente imposibles de prevenir.