Criado en el siglo XIX para perseguir y atrapar ratas y ratones, el manchester terrier es un cazador y un vigilante implacable, con mucha energía y un carácter valiente y afable con su familia humana, incluidos los más pequeños. Si te gustan los perros pequeños y versátiles, el machester terrier te enamorará, pues se adapta tanto a la vida rural como a la urbana, siempre que se cubran adecuadamente sus necesidades, no solo de de ejercicio físico sino también de estimulación mental.
¿Quieres saber más de esta raza? En este artículo te contamos el origen y características del manchester terrier más destacables, te hablamos de su temperamento y te explicamos lo que necesitas saber acerca de su educación y sus cuidados, ¡no te lo pierdas!
Origen del manchester terrier
Como su propio nombre indica, este perro es originario de la región de Manchester, en Reino Unido. Aunque no se sabe exactamente cómo surgió la raza, se piensa que entre sus ancestros se encuentra el whippet, un pequeño can similar al galgo, pero de menor tamaño, del que el manchester terrier ha heredado su figura grácil y atlética que le permite correr a gran velocidad.
El manchester terrier alcanzó su máxima popularidad a mediados del siglo XIX, cuando participaba con gran éxito en competiciones que consistían en dar caza a ratas y conejos. Visto su enorme instinto y su gran capacidad para encontrar y atrapar a estos pequeños animales, el perro manchester terrier comenzó a verse en prácticamente todas las tabernas, puertos y almacenes de Inglaterra, donde se aprovechaban sus habilidades cazadoras para eliminar las plagas de ratas y ratones que existían en las ciudades.
Con el tiempo, estos perros pasaron a convivir en los hogares como animales de compañía y, aunque estuvieron a punto de desaparecer durante la Segunda Guerra Mundial, su población se ha recuperado y hoy en día podemos encontrar ejemplares de manchester terrier en muchos países del mundo. La raza fue aceptada oficialmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1954.
Características del manchester terrier
El manchester terrier es un perro robusto, pero con porte elegante y atlético, que ronda los 40 centímetros de altura hasta la cruz y los 7-8 kilos de peso. Su cabeza es estrecha y alargada, con un stop muy poco marcado y un hocico fino que se va estrechando hacia la trufa, la cual es de color negro brillante. Por su parte, los ojos del manchester terrier son relativamente pequeños, almendrados y oscuros, y presenta un par de orejas de implantación alta y en forma de “V”, cuya punta redondeada cae sobre los ojos, pero sin cubrirlos. Aunque hoy es una práctica prohibida e indeseable, a los manchester terrier se les solía recortar las orejas para que las mantuviera totalmente erectas, por ello algunos ejemplares todavía las lucen así.
Siguiendo con las características del manchester terrier, el cuello de esta raza es bastante alargado, al igual que sus extremidades, las cuales son muy musculosas y permiten al manchester terrier alcanzar grandes velocidades en carrera. En general, recuerda a un dóberman en miniatura.
Colores del manchester terrier
Con respecto a su manto, el pelo de este perro se caracteriza por ser muy corto, liso, brillante y de textura dura al tacto. El único color aceptado por el estándar de la raza es el bicolor negro y fuego, con la condición de que ambas tonalidades deben estar perfectamente delimitadas y diferenciadas.
Carácter y temperamento del manchester terrier
Como buen terrier, esta raza destaca por ser valiente, tenaz y muy enérgica. Cuenta con un desarrollado instinto cazador, por lo que tiende a permanecer siempre alerta a todo lo que ocurre a su alrededor y percibe cualquier movimiento por sutil que sea. Esto último hace del manchester terrier un perro muy vigilante que no dudará en ladrar para alarmar de la presencia de algún extraño.
Su marcado carácter hace que sea necesaria una buena socialización del cachorro manchester terrier para evitar problemas de comportamiento, especialmente dirigidos hacia otros animales, por lo que hay que prestar especial atención a su educación durante el periodo sensible de socialización, que abarca desde las tres semanas hasta los tres meses de edad aproximadamente. No obstante, con una buena educación, este perro se muestra sociable y juguetón y disfruta mucho de la compañía de las personas, incluidos los niños, con los que suele tener una actitud cariñosa y tolerante, siempre que esté previamente habituado a ellos.
Cuidados del manchester terrier
Es importante cuidar la alimentación del manchester terrier, ya que un exceso de comida o una baja calidad de la misma puede provocar problemas de salud en el perro, como es el caso del sobrepeso o la obesidad. Para evitar esto, se debe escoger un alimento acorde a sus necesidades físicas y a sus características individuales, ya sea este en formato seco, húmedo, cocinado o BARF. También debe contar con agua limpia y fresca siempre a su disposición.
Respecto al ejercicio físico, esta raza es muy activa y adora salir a correr o hacer caminatas, por lo que debe dedicarse tiempo a jugar o pasear con el perro. Aunque cada individuo tiene sus necesidades y preferencias, lo ideal en términos generales es sacar a pasear al perro al menos tres veces al día y darle la oportunidad de explorar con libertad entornos amplios y novedosos con cierta frecuencia, por ejemplo, realizando excursiones al campo o la montaña los fines de semana. Igualmente, es un perro ideal para practicar deportes caninos como el Agility.
Por otro lado, el cuidado de su manto es muy sencillo, pues no necesita más que un cepillado una o dos veces por semana para eliminar el pelo muerto y mantener el brillo y la salud del pelaje. Si el perro no tiene ningún problema dermatológico o similar, no será necesario bañarlo con demasiada frecuencia, pudiendo hacerlo solo una vez al mes o cada dos meses.
Educación del manchester terrier
El manchester terrier es un perro muy inteligente que aprende rápido siempre que las sesiones de entrenamiento sean suficientemente motivantes y se utilicen metodologías basadas en el refuerzo positivo y el juego. Eso sí, este perro puede llegar a ser bastante testarudo, por lo que es aconsejable que su tutor tenga cierta experiencia en educación canina y, sobre todo, paciencia y tiempo para dedicarle.
Puesto que la raza se utilizó durante muchos años como cazador de ratas, conejos y ratones, el manchester terrier tiene mucho instinto de persecución y va detrás de todo aquello que se mueva rápido, lo que puede provocar que el perro se pierda o tenga algún accidente si va suelto. Por ello es imprescindible entrenar muy bien la llamada y el paseo con correa.
Por otra parte, al tratarse de un perro de raza pequeña, muchos tutores tienden a sobreproteger y aislar al animal, evitando que interactúe de manera normal con otros individuos. Esto provoca problemas conductuales importantes, por lo que es imprescindible conocer bien sus necesidades y educarle igual que si fuera un perro de tamaño más grande. Recordemos que, debido a su instinto cazador y alerta, si no recibe una adecuada socialización puede ladrar a otros perros, animales o personas.
Salud del manchester terrier
El manchester terrier es robusto y resistente y, por lo general, goza de buena salud y de una larga esperanza de vida, que suele situarse alrededor de los 16 años. No obstante, algunas patologías le afectan con mayor frecuencia que otras, como son:
- Enfermedad de von Willebrand: se trata de un trastorno genético que provoca hemorragias como consecuencia de un defecto (o de la ausencia total) de una proteína con función de coagulación. Sus principales síntomas son la presencia de hematomas cutáneos y un sangrado frecuente por la nariz, las encías, la orina o las heces. Esta patología no tiene cura, pero se puede controlar.
- Enfermedad periodontal: es una afección bucal producida por la acumulación de sarro y placa en los dientes que puede llegar a provocar infecciones graves en varios órganos vitales, como el hígado o el corazón. Esta afección se puede prevenir manteniendo una buena higiene bucal, dando alimentación de calidad y cepillando los dientes del animal con frecuencia. Si la enfermedad ya está presente, se puede tratar a través de una limpieza con ultrasonidos y la extracción de las piezas dentales más afectadas.
- Enfermedades transmitidas por ectoparásitos: las pulgas, garrapatas y mosquitos pueden transmitir enfermedades como son la leishmania o la ehrlichiasis. Aunque dichas patologías afectan a todas las razas por igual, el tipo de pelo o los hábitos del perro influyen en la probabilidad de ser infestado por parásitos. Aquellos manchester terrier que frecuenten mucho el campo, la montaña o zonas húmedas como lagos y ríos, deben estar muy bien protegidos para repeler la acción de los parásitos.
Es imprescindible cumplir con el calendario de vacunación anual y desparasitar correctamente al manchester terrier para evitar que enferme.
- Davidson, M. (2011). Manchester terrier. Federación Cinológica Internacional.Disponible en: https://www.fci.be/Nomenclature/Standards/071g03-es.pdf
- Young, S. (2017, noviembre 6). Manchester Terrier (standard). American Kennel Club. Disponible en: https://www.akc.org/dog-breeds/manchester-terrier-standard/