Debido a la necesidad de los primeros colonos de Brasil de tener un perro de trabajo enérgico y fuerte, surgió el fila brasileño. Los primeros documentos históricos en los que se habla de esta raza de perros datan del año 1671, pero los orígenes concretos de los fila brasileños se desconocen. Aún así, todo el mundo coincide en que surgieron gracias al cruce de 3 razas diferentes de perros: los antiguos perros de presa o bulldogs, los mastiffs ingleses y los bloodhounds. Aunque también se cree que el fila terceirense también participó en ese cruce de razas y de ahí surgió el actual fila brasileño.

De los antiguos Bulldogs como el engelsen doggen, los fila brasileños heredaron sus orejas levantadas, los colores del pelaje y una grupa más alta de la cruz, así como un temperamento, tenaz, tozudo y agresivo. En cambio de los Mastiff ingleses antiguos, estos canes heredaron su tamaño y corpulencia, con una cabeza grande y fuerte, un cuello corto y una grupa curvada. Y los fila brasileños heredaron de los Bloodhound o perros de San Humberto sus magníficas habilidades como perros de rastreo, junto con sus características físicas más notables para ello como los labios superiores y papada colgantes, los labios péndulos o la piel suelta.

El primer estándar oficial de la raza se escribió allá por el año 1968 y desde entonces algunos fueron usado como perros de exposición. En 1982, el fila brasileño llegó a considerarse como la raza de perros más popular de Brasil. Actualmente, este perro se puede ver como perro de exposición pero, sobre todo, como mascota.

La figura del fila brasileño muestra a primera vista su poder. Los fila machos tiene una altura a la cruz de 75 a 80 cm y una peso mínimo de 50 kg, en cambio, las hembras miden entre 65 y 70 cm y pesan un mínimo de 40 kg. Como se puede comprobar el fila brasileño es un perro grande, con cuerpo más largo que alto (perfil rectangular) y gran masa corporal. La grupa es más alta que la cruz. La cola es ancha, de inserción media y no debe enroscarse ni caer sobre la espalda del perro. La cabeza está bien proporcionada con el cuerpo. El hocico es fuerte, ancho y prominente. Los ojos son medianos o grandes, de forma almendrada y bien separados entre sí. Su color va de amarillo a castaño. Las orejas son colgantes, gruesas, grandes y en forma de V.

Una característica de la raza es su piel gruesa y suelta sobre todo el tronco, formando papada muy evidente. El pelo es corto, denso y suave. Puede ser de cualquier color uniforme, con la excepción de:

• blanco
• gris ratón
• con manchas pequeñas o grandes
• azul
• negro y fuego

También se aceptan, y son muy comunes, los pelajes moteados o atigrados, pero siempre con fondo de color uniforme. Manchas blancas sobre los pies, pecho y punta de la cola también son aceptadas.

Una de las características más distintivas del fila es su forma de andar. A diferencia de la mayoría de los demás perros, el fila camina moviendo las dos patas del mismo lado al mismo tiempo. Así, su andar es muy particular y se conoce como ambladura o “andar de camello”.

El fila brasilero es un perro de temperamento complejo. Es fiel, amigable, paciente y bondadoso con los suyos, pero desconfiado, arisco e incluso agresivo con los extraños. Por eso mismo, una buena socialización es muy importante en esta raza.

Aún cuando ha sido correctamente socializado desde cachorro y entrenado, el fila tiende a ser reservado y cauto con los extraños. Es deber del propietario tomar las medidas necesarias cuando saca a su perro a pasear o cuando recibe visitas. En contraste, este perro es pura ternura y paciencia para con lo suyos. Se lleva de maravillas con los niños de su familia y es un excelente compañero para los adultos.

Aunque no es un perro extremadamente activo, necesita paseos largos y sesiones de ejercicio. Su principal problema de comportamiento es la agresividad hacia extraños. Sin embargo, esta es una característica de la raza.

El cuidado del pelo es simple. Al tener el pelo corto y denso, basta con un cepillado semanal para mantenerlo en buen estado. No es necesario bañar a este perro con mucha frecuencia, sino solamente cuando esté realmente sucio y lo necesite.

Los filas brasileros no se adaptan a la vida en pisos ni a la vida en ciudades densamente pobladas debido a su tamaño y a su carácter, por lo que viven mejor en casas con jardines grandes en barrios tranquilos o en propiedades rurales.

Estos canes necesitan hacer ejercicio moderado para gastar toda la energía que tienen y el costo de su mantenimiento es alto, ya que comen mucho. Un buena dosis de ejercicio mental con algunos juegos de inteligencia en casa le servirán mucho al fila brasileño para estar más atento y contento.

Es necesario educar desde una edad temprana al fila brasileño para ayudarle a canalizar el deseo característico de esta raza de trabajar. Según muchos expertos el fila es un can muy dispuesto a complacer a su dueño, inteligente y fácil de entrenar. Es un perro guardián y de pastoreo por naturaleza, así que no hace falta adiestrarlo especialmente para que proteja a su familia humana ni a sus propiedades, ya que es muy territorial.

Sin embargo, siempre es mejor utilizar técnicas de adiestramiento canino para educar bien a esta raza de perros grandes como el refuerzo positivo o el adiestramiento con clicker, y empezar enseñándole las órdenes básicas para perros e ir aumentado la dificultad de las órdenes a medida que el fila brasileño las vaya aprendiendo.

El fila es en general un perro saludable, pero por su tamaño, tiene cierta tendencia a sufrir displasia de cadera y torsión gástrica como la mayoría de razas de perros grandes.

Aún así, es conveniente llevarle a un buen veterinario y ponerle todas las vacunas pertinentes según calendario de vacunación para que se mantenga sano y fuerte. Asimismo, es necesario protegerle de algunos parásitos externos de la piel como las pulgas y las garrapatas, por eso es recomendable examinarlo frecuentemente para comprobar si tiene alguno y tomar las medidas pertinentes.