Gato Elfo

El gato elfo es un felino procedente de Estados Unidos. Es bastante raro al ser de reciente creación y no existir gran número de ejemplares por el mundo. El primer gato elfo nació en el año 2007, cuando dos entusiastas criadoras felinas de origen estadounidense, Kristen Leedom y Karen Nelson, se unieron para cruzar gatos sphynx con gatos curl americanos, dando como resultado un gatito con los atributos físicos deseados, es decir, ausencia de pelo y orejas curvadas hacia atrás, además de los mejores rasgos de personalidad de ambas razas. El gato elfo es algo así como el cruce perfecto entre estas dos maravillosas razas felinas.

Actualmente, estos gatos se están empezando a introducir en los salones de la Asociación Internacional Felina (TICA), pero aún no han sido reconocidos como raza por la World Cat Federation (WCF).

El gato elfo es un felino de tamaño mediano, cuyo peso oscila entre los 3,5 y los 7 kg y altura a la cruz en torno a 30 cm. Sin duda, lo más característico de su aspecto físico es su ausencia de pelo y sus grandes orejas curvadas hacia atrás.

El cuerpo del gato elfo se asemeja mucho al del sphynx, por lo que es de tipo semilineal y bien constituido, compacto, con un porte atlético, musculado y unas patas finas y largas, pero bien desarrolladas. La cola es larga y fina, siendo más ancha en la base y delgada en la punta.

La cabeza del gato elfo es alargada, con forma triangular y con unos prominentes pómulos. Los bigotes pueden ser muy cortos y rizados o ausentes, los ojos son grandes y rasgados y pueden ser de cualquier tonalidad.

Colores del gato elfo

El gato elfo no tiene pelo, por lo que el color será el que naturalmente herede su piel, pudiendo ser de cualquier color y patrón, es decir, blanco, negro, crema, bicolor, tricolor, etc. Además, la piel está constituida por numerosas arrugas por todo el cuerpo (especialmente por la cabeza) y, a pesar de no tener pelo, sí tienen una finísima capa de vello cortito imperceptible para la vista. Se admite algo de pelito en la nariz, cola y pies.

El gato elfo es un felino que se adapta muy bien a diferentes ambientes, situaciones, personas y animales. A diferencia de otras razas, tolera mejor los cambios que para otros gatos provocan unos grandes episodios de estrés. Es un gato muy sociable y cariñoso que adora la atención y le gusta ser mimado por toda la familia. No duda en solicitar cualquier cosa en cada momento y siempre está dispuesto a jugar.

El gato elfo tiene una gran energía, es muy inteligente, travieso y curioso. Debido a ello,no le suele gustar estar tranquilo descansando mucho tiempo, como otras razas, y tampoco tolera muy bien la soledad, ya que adora la compañía humana.

Al no tener pelo, es importantísimo que los cuidadores de gatos elfo sean muy conscientes del cuidado y la protección de su sensible piel. La piel está más expuesta a las altas y las bajas temperaturas, a los daños de los rayos UV del sol y a los problemas de piel más habituales en gatos. Por este motivo, es importante que estos gatos no salgan en las horas de máxima luz solar y siempre se les debe aplicar un protector solar para evitar quemaduras y otros daños producidos por los rayos solares, como el carcinoma de células escamosas. En invierno, para protegerles del frío la casa debe estar atemperada y no es mala idea ponerles algún abrigo para gatos y taparlos con mantas cuando estén descansando.

No hace falta cepillar a estos gatos, como es lógico, pero sí es buena idea darles un baño, siempre y cuando no sea un proceso traumático para ellos y no cojan frío, para retirar la grasa y la suciedad que naturalmente produce la piel. Si no toleran el baño o las temperaturas son muy frías, se les puede pasar un paño húmedo o una toallita limpiadora para gatos con el fin de eliminarla. También es importante mantener una buena higiene auricular para evitar que esos pliegues en las orejas acumulen cera y detritus en exceso, que pueden predisponer a otitis, así como higienizar los ojos y los dientes para prevenir infecciones e inflamaciones de estas estructuras.

Como son unos gatos muy activos, dependientes, energéticos y juguetones, en los cuidados del gato elfo es importante que los tutores sean conscientes y dediquen suficiente tiempo diario a atender, jugar e interactuar con ellos. Además, para cuando se encuentren solos en el hogar, es indispensable que haya suficientes medidas de enriquecimiento ambiental para evitar el aburrimiento y la frustración con lugares altos, suficientes juguetes interactivos, rascadores, etc.

Debido a la ausencia de pelo y gran actividad, los requerimientos energéticos de estos gatos son más elevados que los de otras razas felinas de tamaño mediano, por lo que el alimento debe ser dado en mayor cantidad. Este alimento debe ser completo y equilibrado, destinado para la especie felina. El agua debe estar siempre a su disposición y, para fomentar el consumo, se puede adquirir una fuente para gatos.

El gato elfo es un felino fuerte y sano, con una esperanza de vida de hasta 15 años y sin enfermedades genéticas o hereditarias. Cabe destacar que son sensibles a las otitis o inflamaciones del canal auditivo debido a la morfología de sus orejas, por lo que la higiene y control de las mismas es importante para prevenirlas. También son susceptibles a los problemas cutáneos como la dermatitis debido a la exposición directa de su piel ante cualquier agente o temperatura ambiental.

Eso sí, para mantenerlos en buen estado de salud requieren de una serie de revisiones veterinarias para poder diagnosticar y tratar cualquier enfermedad que puedan padecer, así como llevar a cabo una buena medicina preventiva mediante vacunaciones, desparasitaciones y esterilización.

El gato elfo no es un gato frecuente, por lo que su adopción se torna muy complicada. También sería difícil encontrarlo en asociaciones de rescate de gatos sphynx o curl americano debido a su rareza. No obstante, siempre te puedes acercar a refugios o protectoras cercanas, pues cualquier otro gato que se encuentre allí necesita y merece una adopción responsable. Recuerda que un gato es un ser vivo que hay que cuidar, querer y mantener diariamente, no es un juguete ni algo que tienes y devuelves, por lo que antes de adoptar algún gato párate a pensar si eres buen candidato y dispones de tiempo e interés real en compartir tu vida con un pequeño felino.