El bichón habanero o bichón habanés es un adorable perro pequeño de pelo largo y suave. Los orígenes de la raza se sitúan entre España e Italia, la cuenca del Mediterráneo, pero la raza se desarrolló finalmente en Cuba donde convivió con la aristocracia del siglo XIX. Se trata de un perro jovial, activo y alegre, perfecto para familias muy distintas que busquen un compañero cariñoso.
En esta ficha te compartiremos contigo algunos detalles acerca del carácter y los cuidados que precisa el bichón habanero, un excelente perro de compañía. Si estás pensando en adoptar a este can, no puedes perderte esta completa ficha en la que descubrirás si es o no el compañero perfecto para ti:
Historia del bichón habanero
Esta raza comparte su origen con todos los demás bichones, que descienden de cruces de barbet (un perro antiguo ya extinto) y perros falderos de la cuenca del Mediterráneo. Otras razas que descienden de esa misma línea son: bichón frisé, bichón maltés, bichón boloñés y, un poco más alejado filogenéticamente, el caniche.
En los siglos XVIII y XIX, marineros españoles llevaron algunos de estos bichones a Cuba, donde ganaron la preferencia de la aristocracia cubana de esa época. En ese entonces, estos bichones se conocían como “blanquitos de la Habana” porque eran perros exclusivamente blancos.
Fue recién en el siglo XIX que apareció el bichón habanero moderno, gracias al aporte de sangre de caniches y poodles alemanes. Sin embargo, la raza perdió popularidad a principios del siglo XX y todas las líneas cubanas originales desaparecieron, dejando al bichón habanero prácticamente extinto. Afortunadamente para los cinófilos, la raza fue rescatada en Estados Unidos por criadores cubanos que habían emigrado a ese país con algunos de sus perros.
De acuerdo con la Federación Cinológica Internacional (FCI), el nombre de bichón habanero no viene del desarrollo de la raza en la Habana, sino por que el color predominante en la raza moderna es el color habano. Actualmente el bichón habanero es un perro poco común, pero no está al borde de la extinción.
Características del bichón habanero
El cuerpo de este perro es pequeño y ligeramente más largo que alto. La línea superior es recta, pero se arquea levemente en el lomo y la grupa es inclinada. La línea inferior presenta un vientre bien recogido.
La cabeza del bichón habanero es amplia y con la parte superior aplanada o levemente convexa. El stop es moderadamente marcado y la nariz es negra o marrón. Los ojos, de expresión amable, son grandes, de forma almendrada y color marrón oscuro. Las orejas de este perro son de inserción alta y caen a los lados de las mejillas. Su extremo forma una punta poco marcada.
La cola tiene forma de bastón pastoral (el extremo distal curvado) o, de preferencia, va enrollada sobre la espalda. Tiene un flequillo característico de largos pelos sedosos.
Al igual que en otros bichones, el pelaje del habanero es de un solo manto o tiene la capa interna muy poco desarrollada. El manto de cobertura es muy largo, de entre 12 y 18 centímetros, suave, lacio u ondulado, y puede formar mechas rizadas. De acuerdo al estándar de la Federación Cinológica Internacional (FCI), se aceptan los siguientes colores para el pelaje: blanco puro, leonado en sus diferentes tonalidades, negro, marrón habano, color tabaco, marrón rojizo. También se admiten manchas en los colores listados. El estándar FCI no indica un peso ideal para la raza, pero la altura a la cruz va de 23 a 27 centímetros.
Carácter del bichón habanero
En general, estos perros son muy juguetones, activos, vivaces e incluso un poco payasos. Al ser tan alegres y sociables, necesitan mucha compañía y mucha estimulación mental.
Los bichones habaneros tienden a ser sociables con personas, perros y otros animales. También, y a pesar de su pequeño tamaño, suelen ser muy amigables con los niños. Sin embargo, pueden ser agresivos o tímidos cuando su socialización ha sido pobre. Por eso, es importante socializarlos desde cachorros.
También son perros muy inteligentes y fáciles de adiestrar, por lo que antiguamente eran muy utilizados en circos. Actualmente no son empleados para ninguna especialidad del adiestramiento canino, y afortunadamente tampoco en circos, pero pueden practicar obediencia competitiva, freestyle canino y agility, además de destacar como excelentes mascotas. El estilo de adiestramiento empleado debe basarse en el reforzamiento positivo, como el adiestramiento con clicker.
Entre los problemas de comportamiento más frecuentes en el bichón habanero se encuentran los ladridos excesivos, la ansiedad por separación y la destrucción de cosas. Por supuesto, esos problemas ocurren principalmente cuando los perros no reciben la compañía, el ejercicio físico y la estimulación mental que necesitan.
Sin embargo, en la mayoría de los casos no se producen esos problemas de comportamiento y los bichones habaneros se convierten en excelentes mascotas, ya sea para familias con hijos o sin hijos. También son excelentes mascotas para propietarios primerizos.
Cuidados del bichón habanero
El pelo de este perro tiende a enredarse con facilidad, por lo que es necesario cepillarlo y peinarlo al menos día por medio. Sin embargo, y a diferencia de muchas razas de perros de pelo largo, el bichón habanero no necesita de peluquero canino. El baño debe hacerse sólo cuando el perro está sucio y hay que tratar de evitar que sea muy frecuente (no más de una vez por mes). Una ventaja del manto de este perro es que no pierde pelo, por lo que este bichón es un perro hipoalergénico.
Con relación a otras razas caninas, el bichón habanero tiene una necesidad baja de ejercicio. Suele ser suficiente con ejercicio moderado, que puede consistir en paseos diarios, juegos no muy rudos y adiestramiento en obediencia. También es notorio el gusto que estos perros tienen por la natación, así que no está de más brindarle la oportunidad de nadar en un lugar seguro, siempre que se pueda.
De cualquier manera, por su tamaño, los bichones habaneros pueden realizar dentro de casa gran parte del ejercicio que necesitan. Se adaptan muy bien a la vida en departamento y a vivir en ciudades densamente pobladas.
Por otra parte, sus necesidades de compañía son muy altas. Estos perros necesitan estar acompañados casi todo el tiempo y no deben vivir aislados en un patio o jardín. Tampoco son perros adecuados para quedarse solos todo el día mientras su familia está en el trabajo.
Educación del bichón habanero
Al igual que sucede con todos lo perros, en su etapa de cachorro el bichón habanés va a necesitar seguir el proceso de socialización habitual que le permita aprender a relacionarse con otros perros, mascotas, niños, adultos y objetos. La finalidad de la socialización es, básicamente, evitar la aparición problemas de comportamiento futuros por miedo. Es comprensible que si el bichón habanero no conoce un entorno urbano sienta inseguridades y temor.
Más adelante, vamos a enseñarle las ordenes básicas de obediencia para lograr una buena comunicación entre ambos. Debemos saber que la predisposición natural del bichón habanero nos darán la oportunidad de enseñarle trucos muy diversos en los que disfrutaremos tanto nosotros como él. Toda su educación deberá estar basado en el refuerzo positivo del perro, algo que nos permitirá buenos resultados y afianzará la relación con el can.
Salud del bichón habanero
El bichón habanero tiende a ser una raza saludable, pero puede presentar algunas enfermedades caninas con cierta frecuencia. La luxación patelar es quizás la enfermedad más frecuente en la raza. Otras enfermedades comunes, aunque no tan frecuentes como la anterior, son la atrofia progresiva de retina, las cataratas y la otitis externa.