Appenzeller o perro boyero de Appenzell
El appenzeller, también conocido como boyero de Appenzell, es una raza de perros mediana que recibe su nombre de la región de Appenzell de las montañas de los Alpes, en Suiza. Este perro pertenece a las cuatro razas de perros boyeros que hay en los Alpes junto con el boyero de Berna, el boyero de Entlebuch y el gran boyero suizo.
Los appenzeller son perros muy activos, incansables y con una gran curiosidad por el mundo que les rodea. Además, necesitan dar largos paseos diarios y les encanta todo lo que puedan hacer al aire libre, por eso necesitan preferiblemente grandes espacios donde vivir.
Si te interesa adoptar un perro boyero de Appenzell y quieres saberlo todo sobre esta raza no te pierdas esta ficha y entérate de su origen, sus características físicas, sus cuidados, sus carácter,l su educación y su salud.
Origen del appenzeller
Esta raza de perros de montaña suizos se originó en la región de los Alpes appenzellenses, en Suiza. Su nombre proviene de la región donde se originó, Appenzell. También se la conoce como boyero de los Alpes. Antiguamente era empleado como perro boyero y como guardián de propiedades en los Alpes.
La primera descripción de este perro se hizo en 1853, pero la raza no fue aceptada oficialmente sino hasta 1898. Sin embargo, fue recién en 1914 cuando se redactó el primer estándar de la raza.
En la actualidad el boyero de Appenzell es un perro poco conocido y se considera una raza rara. Existe en Suiza y en algunos países vecinos, pero su población es pequeña.
Los boyeros de Appenzell actuales son principalmente perros familiares, aunque algunos también se emplean para trabajos de búsqueda y rescate, además de sus funciones originales.
Características físicas del appenzeller
El appenzeller es un perro mediano que, para quien no conoce a los perros de montaña suizos, puede parecer una versión reducida del gran boyero suizo. Sin embargo, se trata de una raza completamente diferente que tiene importantes diferencias morfológicas y de comportamiento. La altura a la cruz de los machos es de 52 a 56 cm y de las hembras es de 50 a 54 cm. El peso oscila entre los 22 y los 32 kg.
La cabeza del appenzeller es ligeramente acuñada y con el cráneo algo aplanado. La depresión naso-frontal (stop) es poco evidente. La nariz es negra en perros negros y parda en perros pardos. Los ojos son pequeños, de forma almendrada y color pardo. Las orejas son de inserción alta, anchas, triangulares y colgantes.
El cuerpo es compacto, fuerte y de perfil casi cuadrado (longitud casi igual a la altura a la cruz). La línea superior es recta. El pecho es amplio, profundo y largo. El vientre es poco retraído. La cola es mediana y de inserción alta.
El pelaje del boyero de Appenzell es doble y bien pegado al cuerpo. El pelo externo es denso y brillante, mientras que el pelo interno es denso y de color negro, pardo o gris. Los colores aceptados para el pelaje son: color de base pardo o negro con marcas simétricas bien delimitadas de color pardo-rojizo y blanco.
Carácter del appenzeller
El appenzeller es un perro muy dinámico, vivaz y curioso. También es inteligente y muy apegado a su familia, aunque siempre prefiere la compañía de una persona en particular, a quien le entregará su amor incondicional.
Cuando está bien socializado es un perro amable, pero algo reservado con los extraños. En este caso, suele llevarse bien con los niños, aunque siempre se deben supervisar las interacciones entre perros y niños. También suele llevarse bien con otros perros y con otros animales a los que haya sido acostumbrado desde pequeño, por tanto, cuanto antes empecemos a socializar al cachorro, mejor.
Al boyero de Appenzell le encanta hacer ejercicios para perros y jugar al aire libre, por lo que se recomienda tenerlo en viviendas grandes y espaciosas, y a ser posible con jardín o algún terreno para que corran a sus anchas.
Cuidados del appenzeller
El cuidado del pelo es sencillo y suele ser suficiente con el cepillado dos veces por semana. Asimismo, es conveniente bañar al appenzeller solo cuando esté realmente sucio.
Estos perros boyeros necesitan mucho ejercicio diario debido a su carácter dinámico e infatigable. Por lo mismo, necesitan paseos diarios y tiempos de juego. Les gustan mucho los juegos de tira y afloja, por lo que el adiestramiento basado en refuerzo positivo también les ayuda a quemar energías.
Estos perros no se adaptan a la vida en departamentos pequeños y necesitan de un jardín vallado donde poder correr y divertirse los días en que no pueden salir a pasear. Viven mejor en propiedades rurales donde cumplen alguna de sus funciones originales como la de guardia y la de pastoreo.
Educación del appenzeller
La raza del appenzeller es fácil de adiestrar, pero siempre se recomienda el adiestramiento en positivo. Los métodos tradicionales que castigan con violencia a los animales nunca dan buenos resultados ni permiten aprovechar todo el potencial de un perro dinámico y con mucha agilidad mental.
Empezaremos la educación del appenzeller enseñándole las ordenes básicas de adiestramiento para que se genere una estrecha relación con nosotros y con su entorno. Estas se deberán practicar a diario unos 5-10 minutos al día para que el perro las repase y pueda seguir aprendiendo nuevas órdenes sin que se le olviden las anteriores.
El principal problema de comportamiento que se reporta en el boyero de Appenzell es que pueden convertirse en perros destructores si están aburridos o no reciben suficiente ejercicio ni compañía. Ante cualquier signo de la aparición de problemas del comportamiento debes acudir a un etólogo o a un educador canino y dejar que te guíe profesionalmente.
Salud del del appenzeller
Al tratarse de una raza poco conocida, no existen reportes sobre las principales enfermedades que aquejan al appenzeller pero, al tratarse de un boyero, pueden afectarle las mismas enfermedades que a sus congéneres como son:
- Displasia de codo
- Displasia de cadera
- Torsión gástrica
Aunque el boyero de Appenzell no sea propenso a sufrir enfermedades congénitas, es necesario llevarlo al veterinario aproximadamente cada 6 meses y llevar al día su calendario de vacunación.