Gato Americano de pelo corto

Se asume que el americano de pelo corto es una raza americana, originaria de Estados Unidos, donde su cría sistemática comenzó en el año 1906, momento en el que se le cambió el nombre de ‘gato doméstico de pelo corto’ por ‘gato americano de pelo corto’, ya que en la antigua denominación se incluían también gatos sin pedigree.

Sin embargo, es probable que antes de los primeros colonos americanos no existiesen estos gatos en el continente, ya que los antepasados del actual gato americano de pelo corto fueron los que acompañaron a los primeros europeos trasladados al continente americano. Estos gatos, en su mayoría, eran británicos de pelo corto y se dedicaban a controlar las plagas de roedores de los barcos y las aldeas. Por este motivo, posiblemente su origen provenga de gatos ingleses como el británico de pelo corto (british shorthair).

El gato americano de pelo corto es de tamaño mediano, con un peso que va de los 3 a los 6 kg y una altura de 30-35 cm, siendo las hembras más pequeñas que los machos. Posee un cuerpo fuerte y musculoso, pero con una ágil complexión al tener los huesos medianos, un tórax ancho, unas patas medianas y una cola mediana y fina que se estrecha hacia la punta.

La cabeza del americano de pelo corto es grande, con una mandíbula fuerte, un hocico cuadrado y grande, un mentón firme y desarrollado y una nariz mediana que proporciona un perfil cóncavo con un leve stop. Las orejas son medianas y redondeadas y los ojos son vivos, brillantes, atentos y a juego con el pelaje, aunque frecuentemente son amarillentos o verdosos azulados.

Colores del americano de pelo corto

El pelo del gato americano de pelo corto, como su nombre indica, es de corta longitud, grueso, duro y uniforme. Con respecto a los colores del pelaje, la mayoría de los clubes de cría aceptan todos los colores, aunque el más frecuente o característico es el color plata moteado. Los colores del gato americano de pelo corto pueden ser los siguientes:

• Blanco
• Azul
• Negro
• Rojo
• Humo negro
• Crema
• Café
• Atigrado (tabby)
• Bicolor con negro, azul, crema o rojo
• Tricolor (calicó)
• Plata moteado
• Tortuga (carey)

El gato americano de pelo corto se caracteriza por ser un felino calmado, cariñoso, independiente, juguetón y miedoso con los desconocidos al comienzo, aunque después suele ser amigable. Es decir, pese a que es un gato afectuoso que disfruta y solicita mimos y caricias de sus cuidadores, también necesita tiempo en soledad.

Es un gato con una elevada capacidad de adaptación, muy tolerante con diferentes tipos de situaciones, ambientes y animales, siendo menos sensible a padecer estrés por estos cambios que otras razas de gatos.

El americano de pelo corto es un gato muy tranquilo, pero que no desperdicia ninguna oportunidad para jugar, lo que además es bueno porque incrementa su actividad física y ayuda a prevenir el sobrepeso, del que tiende a sufrir.

El gato americano de pelo corto requiere unos cuidados que no varían demasiado de los que requiere cualquier otro tipo de gato de pelo corto, ya sea de raza o no. Empezando por el cuidado del pelo, con cepillarlo unas tres veces por semana es suficiente para mantener el pelo suelto, arrastrar los restos de suciedad y pelo muerto a la vez que se estimula la circulación y se le otorga brillo al mismo. Sin embargo, en las época de muda, que ocurre especialmente en primavera y otoño, se debe aumentar la frecuencia a cada día y medio para retirar los pelos muertos que pueden ingerir con el acicalamiento diario y, especialmente bajo ciertas condiciones de salud, predisponer a la formación de bolas de pelo que pueden incluso atorar el tubo digestivo. Por otro lado, también se deben mantener limpias zonas corporales como las orejas, los dientes y los ojos para prevenir infecciones e inflamaciones que pueden empeorar la calidad de vida del gato.

El arenero se debe limpiar diariamente para evitar el acúmulo de orines y heces y se deben poner por la casa rascadores y otros estímulos de enriquecimiento ambiental para mantener al gato americano de pelo corto entretenido y con una buena actividad mental, especialmente para los momentos en los que se quede solo. Cuando los cuidadores estén en casa, deben ocuparse también de jugar con estos gatos, pues lo adoran, mejora su calidad de vida y el vínculo entre el gato y el cuidador.

Por último, dentro de los cuidados del american shorthair destaca, también, el referente a su dieta. La alimentación de estos gatos debe ser completa, equilibrada y destinada para la especie felina, pues solo así nos aseguraremos de que el felino obtiene todos los nutrientes para el mantenimiento de su salud. La cantidad diaria deberá adaptarse a sus condiciones individuales, como puede ser estado fisiológico, nivel de actividad, edad, enfermedades y clima. En general, son unos gatos muy glotones que fácilmente cogen peso y pueden sufrir sobrepeso u obesidad, con las graves consecuencias que esto puede tener para la salud. Por este motivo, darles justo lo que necesitan cada día, junto con mantener una buena actividad física diaria, será la mejor prevención de estos trastornos.

El gato americano de pelo corto tiene una esperanza de vida de 15 a 20 años, por lo que es una raza longeva, fuerte y sana, sin enfermedades genéticas o hereditarias a destacar. Sin embargo, con respecto a esto último, a lo largo de los años parece que se ha visto que muchos ejemplares de la raza americana de pelo corto terminan desarrollando una patología cardíaca llamada cardiomiopatía hipertrófica.

Esta enfermedad del corazón se caracteriza por el engrosamiento del músculo cardíaco, lo que produce una reducción del volumen total que cabe en la cámara cardiaca dilatada, esto, a su vez, reduce también el volumen de sangre que el corazón bombea al cuerpo en cada contracción. Como resultado, los gatos afectados presentan signos como fallo cardíaco, tromboembolismo (u obstrucción de la circulación en un vaso sanguíneo debido a un trombo o coágulo de sangre) e hipertensión. Es importante que los gatos con esta enfermedad no se críen, pues es una enfermedad hereditaria con difícil y laborioso tratamiento.

Por otro lado, para mantener la salud de esta raza felina en las mejores condiciones, es importante acudir a las visitas veterinarias periódicas, así como seguir el calendario de vacunación y desparasitación.