La “hipótesis de la biofília”, de Kellert y Wilson, sugiere que el ser humano tiene la necesidad de relacionarse con otros seres vivos, por su comportamiento altamente social. Eso lleva a muchas personas a sentirse atraídas por los perros. ¿Quién puede resistirse a acariciar un cachorrito? ¡Esta es la primera de las razones para tener un perro que tienen muchas personas!

Tener un perro implica ciertas responsabilidades: debemos enseñarle las conductas higiénicas o las órdenes básicas de obediencia. Sin embargo, ellos también nos enseñan cosas a nosotros. Poco a poco aprendemos su lenguaje corporal, por qué es tan importante ser constantes y hacer uso del refuerzo positivo en su educación o la importancia de llevar una rutina.

Los perros necesitan realizar una media de entre 2 y 4 paseos al día, en algunos casos, además, cuando hablamos de perros muy activos, debemos combinar su actividad con ejercicio. Eso se traduce en actividad física y, por tanto, en un corazón más sano. ¡Los perros nos ayudan a ponernos en forma!

Seguro que alguna vez has oído la expresión “una noche de perros“, ¿cierto? Pero, ¿sabes qué significa? Común en diversas culturas, hace referencia a las personas que dormían con sus perros para entrar en calor. Esta práctica se lleva realizando durante siglos, ¡hasta el día de hoy!

Relacionarnos con nuestros animales y, especialmente, acariciarlos, nos proporciona un sinfín de beneficios, entre ellos la liberación de endorfinas, que nos proporcionan una sensación de bienestar, así como la reducción de los niveles de estrés o ansiedad.

Siguiendo con las razones para tener un perro, debemos saber que los perros son muy extrovertidos, ello, sumado a los paseos, a su voluntad para interactuar con otros perros y personas o su espíritu juguetón hace que nosotros mismos seamos más sociables y nos relacionemos mucho más.

Quienes tienen un perro enferman menos y, cuando lo hacen, de forma menos grave. Eso es debido a que los perros nos exponen a determinados gérmenes y bacterias que, en bajas concentraciones, ayudan a que el sistema inmunitario esté activo y preparado para luchar. Además, diversos estudios señalan que los niños que tienen perros no experimentan tantas alergias en su etapa adulta.

Cada vez más psicólogos señalan que determinados perros con un temperamento estable, tranquilo y positivo son una opción excelente para las familias que tienen personas con autismo. Los canes, gracias a su comunicación sencilla y predecible, favorece las relaciones sociales positivas, la disminución de la ansiedad, el contacto físico positivo y la autoestima. Las terapias con perros para niños autistas también suelen dar resultados excelentes.

Aunque cada perro tiene su propio carácter, de forma general nos siguen allá donde vayamos, nos llenan de besos y nos hacen sentir la persona más especial del mundo. La frase “el perro es el mejor amigo del nombre” no es simple casualidad, ¿no crees?

¡Efectivamente! Un perro bien cuidado, tratado con respeto y afecto, que tiene un vínculo sólido con su tutor y familiares, es un perro que siempre amará a quienes le importan. Su amor es sincero, incondicional y eterno.

¿Qué otras razones para tener un perro conoces? ¡Déjanos tus comentarios!

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